Jueves 20 30 hs en El Tinglado ( Mario Bravo 948 )
Dramaturgia de Pablo Peppino, Andrés Vicente y Gaby Almirón. Dirección de Marcelo Serre.
Noche de Jueves con pandemia y tormenta, lluvia intensa, calles anegadas, el combo invitaría a quedarse en casa viendo un reality de la televisión abierta o una serie de Netflix, pero Buenos Aires respira teatro y la cartelera del día, marcaba 30 Aniversario en El Tinglado y nuestra elección era cantada, el teatro independiente era el programa elegido.
Y empecemos por el final de esta reseña, diciendo que nuestra elección fue acertadísima, ya que disfrutamos de una magnífica noche de teatro, viendo 30 Aniversario, que si tuviéramos que definirla con un solo adjetivo, podríamos decir que es una obra entrañable. Una comedia dramática que nos hablará de sabores y amores, de alegrías y penas, pero más que nada de la vida misma, con sus diferentes caras, los momentos felices y también los tristes, ya que la rueda del destino, siempre nos tiene preparada alguna sorpresa y no siempre será agradable.
Yendo al argumento de la obra, no vamos a contar demasiado, ya que uno de los méritos que tiene el texto, es sorprender al espectador que en el arranque, imagina una historia en su mente, pero a medida que la trama avanza, irá descubriendo que el rumbo del relato, sale del carril imaginado, tomando un camino diferente.
Si podemos contar que las acciones se desarrollarán en el Bodegón de Óscar ( Gaby Almirón ) que heredó de su abuela, la pasión por la cocina, conservando los valiosos secretos de familia que le permiten usar los ingredientes y las proporciones adecuadas, para preparar platos son sabores casi mágicos. Uno mediodía, llegará al restaurante Toni ( Andrés Vicente ), falta media hora para que abra la cocina, pero Óscar sin dudarlo agasaja al recién llegado, que no logra decir cual era el motivo de su visita, cuando su mesa comienza a llenarse de exquisitos platos, que el anfitrión ofrece con una pasión que contagia.
Toni al principio duda que hacer, pero se rinde ante los sabores y los aromas de los manjares que prueba. Ese mediodía parece perfecto, pero llegará una visita inesperada al bodegón, problemas familiares que salen a superficie y una fuerte discusión, que rompe ese clima de armonía necesario para un buen almuerzo. Ese hecho fortuito, provocará que Óscar tenga que dar explicaciones a aquel desconocido, contando para ellos gran parte de su vida y en ese momento, sin saberlo, el futuro cambiará.
Pasados 30 años, el bodegón celebra su trigésimo aniversario, Óscar y Toni lo conmemoran en la misma mesa que compartieron aquel mediodía, los platos son los mismos, pero ellos, ya no son dos desconocidos, ni están solos, los acompaña Cindy ( Daniela Niremberg ) la hija de Óscar, que ya no es una niña, es toda una mujer, que ilumina el restaurante y sus vidas. Pero como dijimos antes, la rueda de la vida gira y muchas veces los momentos felices resultan efímeros y todo lo bueno, puede esfumarse en un instante.
Pero cumplimos nuestra palabra y hasta aquí contamos, que sucederá en aquella fecha especial de aniversario, es algo que tendrá que descubrir el espectador cuando vea la obra, solo diremos que una dramaturgia muy bien elaborada, sabrá que ingredientes debe llevar la receta, para emocionar al espectador, que se engancha desde el arranque, con esta historia de vida.
Es momento ya, de hablar de las actuaciones que presenta la obra y sin lugar a dudas, es Gaby Almirón, quien se lleva las mayores ovaciones de la platea, ya que nos regala una interpretación fantástica, con un histrionismo a flor de piel y una presencia escénica que el público reconoce y agradece. Gaby, sin dudas tiene una veta cómica, que se manifestó en numerosas oportunidades a lo largo de su carrera, con personajes memorables, como el de Pacotillo, aquel gitano que bailaba flamenco y recitaba coplas, en la mítica Peluquería de Don Mateo, una de las creación más recordadas de Gerardo Sofovich.
Almirón, al que muchos recuerdan por ese personaje, es un actor de raza, recibido en el Conservatorio de Arte Dramático, nos deleita con una actuación estupenda, donde no solo muestra su facilidad para hacer reír, luciéndose mucho en los pasajes dramáticos que tiene la historia y como no, en las partes cantadas, con una voz privilegiada y cantando con una pasión que llega a la platea. Soberbia interpretación de Gaby Almirón, que con su carisma y talento, se entrega por completo y nos regala una interpretación soberbia
Pero bueno, más allá de los merecidos elogios para el protagonista principal de la obra, no debemos ser injustos con sus acompañantes en el escenario, ya que son parte importante de la historia y ambos están muy bien en sus papeles. Andrés Vicente, regresa al país, luego de estar muchos años viviendo en Colombia y compone a un Toni, muy querible. Reflexivo y aportando una gran cuota de ternura a la obra dará vida a un personaje fraternal, siendo el contrapunto perfecto, para un Óscar más impulsivo.
Daniela Niremberg, acompaña en gran forma a estos dos grandes actores y lo hace con un desenfado y una energía que debemos destacar. Es quien otorga frescura a la pieza, componiendo a dos personajes claves, que cambiarán al curso del relato en sus intervenciones oportunidades. Nos gustó mucho el trabajo de Daniela.
La trama fluye muy bien y esto además de explicarse por la calidad de las actuaciones, se potencia por la dinámica puesta que logra Marcelo Serre desde la dirección, ya que con pericia logra establecer los climas, para marcar los diferentes momentos temporales y emocionales que el texto requiere.
Párrafo especial para el excelente diseño escenográfico de Sabrina López Hovhannessian, que logra ambientar de manera magnífica a este bodegón de barrio. Otros ítems destacados, son el diseño lumínico de Miguel Morales y la musicalización de Fernando Nápoli. La puesta es realmente bella y para que esto sucede, confluyen varios elementos, que logran dotar a la historia una atmósfera cálida y familiar, mostrando que no siempre son necesarios, grandes recursos económicos, para lograr puestas atractivas. En el teatro independiente, con talento e ingenio, se logran enormes resultados.
Ya no queda mucho para agregar, como dijimos en el comienzo 30 Aniversario, es una historia entrañable, a la que se llega, con una alquimia exquisita de amores, sabores y emociones, que en las proporciones adecuadas, tendrán la receta para atrapar al espectador, de la mano de un texto sensible, una puesta que cuida todos los detalles y un trío protagónico que nos ofrece interpretaciones muy logradas.
Por todo lo mencionado, recomendamos vean 30 Aniversario, una obra que emociona y moviliza. Quedará en nuestro recuerdo, el sonido de fondo de la lluvia durante la función y el gran premio de haber podido gozar de una hermosa noche de teatro y la alegría de no haber sido los únicos, ya que pese al clima impiadoso, se completó totalmente el aforo que el protocolo, le permite a El Tinglado, coronándose la velada, con esa merecida ovación que el público le brindó a los protagonistas al final de la función, como reconocimiento, por haberse dado una panzada de auténtico teatro independiente.
Pensador Teatral.