Viernes 20 hs en Centro Cultural de la Cooperación ( Av.Corrientes 1543 )
Nuestro teatro independiente, nunca deja de sorprendernos, por el amplio espectro de temas que abarca y en este caso, le hace un lugar en la Avenida Corrientes, a Tomás Carlovich, más conocido, como El Trinche, exquisito futbolista rosarino, que pese a desarrollar casi todo su carrera, en el fútbol del ascenso, más precisamente en Central Córdoba, según la opinión de figuras como Pekerman, Menotti o el mismo Maradona, pudo haber sido uno de los mejores jugadores del mundo, si hubiera querido, ya que sus condiciones técnicas, eran las de un crack.
El Trinche, se convirtió en una leyenda, en un mito viviente, con pocas testigos presenciales, , ya que no hay registros fílmicos, ni fotográficos de sus jugadas, solo existen testimonios de quienes lo vieron desplegar su magia en un campo de juego y alimentan la leyenda. Creador del doble caño ( de ida y vuelta , dicen que una vez lo expulsaron y como las parcialidades de ambos equipos lo vitoreaban, el árbitro lo perdonó y lo dejó seguir en el campo, que los defensores muchos veces, evitaban salirle al cruce, porque no querían pasar papelones, hay una historia de un no gol y muchas más.
Hay mucho de fábula, pero también algunas certezas, como aquella noche de 1974, en la que la Selección Argentina, jugó contra un combinado rosarino, en el que estaba el Trinche. Al término del primer tiempo, la Selección perdía 3 a 0, con una actuación descomunal de Carlovich. Y el mito dice, que el DT de Argentina, pidió que lo sacaran a ese medio habilidoso, para evitar la humillación.
Otra verdad, es que Menotti lo convocó para la selección y el Trinche dijo no. No le interesaba la fama, ni le gustaba entrenar. Era feliz jugando y yendo a pescar. No le interesaba el éxito, ni el dinero, prefería el barrio, sus amigos y jugar a la pelota, sin responder a las obligaciones que le querían imponer, los otros.
Un personaje diferente el de Carlovich, fiel a su pensamiento, teniendo todo para ser un jugador de elite, dijo que no. Haber rescatado su historia y traerla al teatro, es algo que debe valorarse. El guión, cuenta con aportes futboleros de Jorge Valdano y Angel Cappa, que sin dudas, alimentan de muy buena manera a la dramaturgia..
Yendo a la obra en sí, un joven periodista, va la casa del Trinche, con la idea de organizarle un homenaje, pero a Carlovich no le seduce la idea. El prefiere hablar de filosofía, de sus libros, no cree ser un personaje interesante, el del futbolista. A medida que entran en confianza, irán surgiendo anécdotas, recuerdos y algunas explicaciones del camino que eligió recorrer.
La historia, si bien tiene especial interés para los amantes del fútbol, por el personaje y por los momentos futboleros que se recordarán, no se agota en ello, ya que tiene momentos para reflexionar, música y mucha poesía, en un texto muy entrañable.
Nos gustaron mucho las actuaciones, hay una gran composición de Claudio Garofalo, interpretando a ese Trinche humilde y querible, que siempre busca ser fiel a si mismo y a sus convicciones. Lo acompaña en gran forma Lucas Ranzani, que desdobla varios personajes, es el joven que quiere organizarle el homenaje, el periodista que le pregunta, el niño que lo admira por herencia de su padre, entre otras papeles.
Hay muy buena química entre Claudio y Lucas, que juntos logran una atmósfera profundamente poética y emotiva, para ambientar la historia del Trinche.
La puesta es bella desde lo estético, además de las anécdotas futboleras, hay lugar para la filosfía, para la reflexión, con muchos momentos musicales, que en algunos momentos pueden parecer ajenos al texto, pero que sin dudas enriquecen la puesta.
Quien escribe estas líneas gusta del fútbol y por un tema funcional no conocía la historia de Carlovich ,por eso disfruté doblemente la obra y la bella historia, de este loco lindo que fue El Trinche, un diferente, una leyenda, un mito viviente, que a sus 72 años sigue caminando por las calles de su amada Rosario, tirando caños y gambeteando a esa fama, que aunque lo intentó muchas veces, nunca pudo atraparlo en sus redes.
Pensador Teatral.
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