Dramaturgia y Dirección de Puy Navarro.
Sábados 16 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3378 )
Una historia de amor que conmueve nos propone este sensible texto de la autora española Puy Navarro, que construye este relato inspirado en diversas fuentes, ya que tiene algo de autobiográfico, hay partes de historia real y por supuesto el ingrediente necesario de ficción para que tengamos esta historia tan fuerte en escena.
La obra nos hablará del amor incondicional entre Else y Henry que viven su edad madura en una amplia casa rodeada de naturaleza en el interior de Puerto Rico. Else está gravemente enferma y quiere partir de esta mundo, ya que está sufriendo mucho. Pero el amor de Henry es tan grande, que le pide que resista, que tenga fé y confíe en un nuevo tratamiento, que les acerca el médico de la familia y puede salvarle la vida. Él se desvive por su gran amor y hará todo lo posible porque ella la pase sus días lo mejor posible y la asistirá en todo momento. Ella intentará complacerlo, pero el dolor físico que siente es muy intenso.
La historia claramente abre el debate acerca de la muerte digna. Que sucede cuando un paciente quiere terminar con su sufrimiento diario y elige partir ?? Cuál es la respuesta de la medicina ante esta decisión ?? Escucha al paciente ?? Acepta su voluntad ?? O muchas se veces en encarniza en tratamientos médicos cruentos invasivos, que tienen escasas chances éxito y lo que logra es solo prolongar la agonía y un final ya marcado de antemano.
Ese será uno de los debates que planteará esta rica historia, pero no el único. Además de las cuestiones médicas y amorosas, también se hablará de relaciones familiares y de reencuentros. Con Else internada, llegará a Puerto Rico, Richard el hijo de Henry con su primera mujer, al que hace diez años no veía. La relación entre padre e hijo no es buena, ya que Richard no perdona que su padre los haya abandonado por una mujer más joven, sin reparar con aquel paso, en todo lo que dejaba atrás. Sería posible que el padre, con todo ese historial y las cuentas pendientes, le pida que sea donante para su mujer enferma ??? No vamos a confirmarlo acá, pero ya se lo puedan imaginar.
El relato inteligentemente no se queda con esos últimos momentos de la vida de la pareja, sino que nos contará el inicio de la relación, la particular manera en que se conocieron, la primera noche juntos y ese casamiento tan colorido que tuvieron en la playa, con las olas y el sol radiante, como únicos testigos. Para ello, se valdrán de otra pareja de actores, que recrearán los albores apasionados de aquella relación que no quiere extinguirse.
Y hasta allí vamos a contar para mantener el suspenso y dejar que se sorprendan con lo que esta bellísima historia nos tiene reservados. Vayamos a las actuaciones que presenta la obra y creemos que la dupla protagónica conformada por Silvina Katz y Marcelo Pozzi, es la que se lleva los mayores elogios de la noche, Silvina es una actriz estupenda y super versátil. Siempre con sus personaje logra destacarse y llegar al espectador. Aquí será una Else, con mucho carácter, pese a que se encuentra débil. Logra transmitir mucha ternura, al igual que Marcelo como Henry. Marcelo es otro actor al que elogiamos muchas veces en este sitio y aquí forma una estupenda dupla con Silvina. Hay una escena donde él, la ayuda a darse un baño imaginario, que tiene una belleza poética muy lograda. Hermoso trabajo el de ambos.
Pero no seamos injustos, con Alexia Moyano y José Maria Gómez Samela que componen a la pareja en su edad joven. Con mucha química, logran mostrar el amor intenso y a primera vista que los unió. También hay aquí una escena muy bella, donde en una solitaria playa y en traje de baño ambos, contraerán matrimonio. Nos gustó mucho la dupla formada por Alexia y José María, que en su caso colaboró con la autora, en la etapa inicial del proyecto, donde la historia se alumbraba.
Completan el elenco, Bautista Duarte, como Richard, ese hijo dolido, que viaje a Puerto Rico para tratar de romper el vínculo roto con su padre y Emilio Barabino, como el Doctor de la familia, la cara de la medicina, que quiere lograr la cura de Else. Ambos aportan lo suyo, para el conjunto de la obra, que pese a lo duro del tema, logra transitar momentos divertidos.
La puesta de Elsa y Henry, tiene varios elementos para destacar. Uno de ellos, el aporte de Fito Lema e Ivo Sebastián, que musicalizan en vivo la obra y son la banda sonora del relato. Para resaltar también la pantalla en el fondo del escenario que proyecta imágenes que se conjugan con el relato. Y también la voz en off, de la propia autora y directora, que conducirá el relato y le dará una muy buena cadencia al mismo.
Pero cumplimos con nuestra promesa y no contamos más, Else y Henry es una propuesta con acento iberoameircano que no pasa desapercibida. Una historia de amor y de vida muy fuerte, que muestra el sufrimiento en conjunto cuando uno de los integrantes de la pareja se enferma gravemente. El tema de los vínculos filiales y como muchas veces existen vínculos que creemos rotos, pero aún estamos a tiempo de recuperar. Y por último la posibilidad de debatir sobre la muerte digna y la posibilidad de poder elegir como y cuando irnos de este mundo.
Disfrutamos de una historia potente que emociona y llega al corazón de los espectadores, que nos invita a celebrar la ceremonia del amor, las alegrías de la vida y las sombras que aparecen cuando la muerte se avecina. Los aplausos emocionados del público que colmó la sala de El Extranjero, al final de la función, son un justo premio para la entrañable noche de teatro vivida, en la que el amor fue invitado de honor.
Pensador Teatral.
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