Dramaturgia y Dirección de Santiago Pedrero.
Jueves 20 30 hs en Teatro El Extranjero ( Valentín Gómez 3380 )
Una propuesta fresca y descontracturada, llega de la mano de Samurái Punk, opera prima de Santiago Pedrero, que navega con habilidad entre lo teatral y lo cinematográfico, para ofrecernos esta comedia con toques absurdos y poéticos, que mostrarán las peripecias que pueden ocurrir cuando quiere se quiere filmar una película independiente.
El texto de Santiago, que tiene mucho de autobiográfico, fue concebido en plena pandemia, en momentos donde la mayoría de las actividades se habían detenido y escribir tal vez era una de las pocas cosas que se podían seguir realizando con normalidad. El autor tomando algunas situaciones que le ocurrieron hace un par de años, diseñó esta historia, que resume muchas circunstancias que le tocó vivir, cuando quiso producir una película.
La historia que nos plantea Samurai Punk, es sencilla y directa. En ella se muestra a un director que hace lo imposible para cubrir las deudas que se van acumulando y obtener los recursos necesarios que le permitan terminar una película que se comenzó a filmar hace cuatro años y que debido al tiempo transcurrido corre serio riesgos de quedar inconclusa, como tantas otras.
El director además de sus ganas, cuenta con una amiga que además es la actriz de la película. Ella está tan comprometida como él, en terminar la película. Para conseguirlo, tienen un plan que no puede fallar. Deben viajar a Mar del Plata, yendo al encuentro de un reconocido actor, al que le ofrecerán una participación especial en el film. Se jugarán todo en aquel encuentro crucial, de la aceptación de aquel exitoso actor, depende que lleguen los fondos necesarios y que la película, luego de tantos contratiempos, finalmente pueda terminar su rodaje.
Y hasta allí vamos a comentar, para descubrir el porque del llamativo título que tiene la pieza y más que nada saber, si aquel viaje a La Feliz tuvo un final idem, deberán ver a obra y conocer a los entrañables personajes que nos presenta.
Es momento de hablar ya de la dupla protagónica, que es la encargada de llevar adelante el relato, algo fundamental como siempre decimos, porque muchas veces puede escribirse un relato interesante, pero si luego no se encuentran los intérpretes adecuados para llevarlo a escena, todo puede naufragar.
En este caso, nada de ello ocurrió, cuando el autor escribió el texto, enseguida se imaginó a los protagonistas de la misma y la elección fue muy acertada. Es muy buena la actuación de Emiliano Carrazzone , representando a ese autor y director que nos resulta reconocible, que luchará contra viento y marea, para lograr que su película llegue a ser una realidad. Y más aún, nos sedujo la interpretación de Lucila Casalis, como esa actriz que lucha por su sueño y el del amigo. Compone un personaje sensible y nos regala un exquisito momento teatral su monólogo, del que no vamos a dar detalles para no quitar sorpresas, que seguro disfrutarán. Nos gustó mucho el trabajo de Lucila.
La dupla protagónica muestra mucha química en el escenario y se muestra identificada con la historia agregando mucho valor al texto. En cuanto a la puesta, destacar su concepción artesanal, con una escenografía que es modificada por lo propios actores y una pantalla con tela arrugada, en donde se proyectan las imágenes que son parte importante del relato, todo en sintonía con esa atmósfera donde todo, está hecho a pulmón.
En definitiva, se logra ensamblar una historia que con mucho humor, pone el foco en el amor y la dedicación que los artistas deben tener para dar a conocer su arte, en este caso seria terminar de filmar una película, pero el relato tiene muchos puntos en contacto con el teatro independiente, donde todos sabemos cuanto sacrificio demanda montar una obra.
Por todo lo mencionado, valoramos la propuesta de esta opera prima de Santiago Pedrero, que fusiona el género cinematográfico con el teatral, de la mano de dos estupendas actuaciones, que sirven como faro para resaltar lo movilizante que puede resultar la pasión que le imprimimos a aquellas cosas que amamos. Pasiones que nos ayudan a superar todos los obstáculos que aparecen en el camino, en la búsqueda de cumplir nuestros sueños, algo que un mundo tan mercantilista, además de tener romanticismo, resulta un soplo de aire fresco.
Pensador Teatral.