sábado, 16 de abril de 2022

La Papa

Dramaturgia de Natalia Slovediansky . Dirección de Nicolás Salischiker.






Sábados 20 30 hs en Patio de Actores ( Lerma 568 )

El teatro independiente tiene la virtud de seguir sorprendiéndonos y esto es lo que ocurrió con esta obra a la que concurrimos prácticamente sin referencias previas y nos permitió disfrutar de una hermosa noche de teatro independiente, ya que nos encontramos con un texto muy bien elaborado, que con una muy buena dosis de humor y jugando con la parodia, dejará al descubierto lo negativo que resultan los fanatismos y la intolerancia, que por lo general vienen en combo.

La Papa, nos cuenta la historia de Nuni y Luli, dos hermanas adolescentes muy unidas, que disfrutan cuando están juntas . Es todo un ritual alegre ver cuando cocinan knishes, un tradicional plato judío. Se hacen bromas todo el tiempo, se ríen y escuchan los temas de Gilda a todo volúmen, mientras cocinan y ensucian todo. Se las nota muy compinches y unidas. Tienen una alegría que contagia.





En ese arranque, la propuesta parece liviana como muchas otras. Se respira un aire jocoso en el escenario, que hasta parece exagerado. A la alegría de las hermanas, se suma un tío de ambas, que visita seguido la casa y con juegos inocentes se suma al divertimento. En la casa, además hay una mucama bonachona de origen paraguayo, que tiene a su hija lejos, pero que está agradecida por estar a diario en ese ambiente festivo, que le hace olvidar sus penas.

Pero esa atmósfera divertida y descontracturada que tiene la casa y la trama, cambiará de manera dramática, cuando el primo les anuncia que ya no va a poder seguir jugando como siempre, porque se iba a convertir al judaísmo ortodoxo, camino que en breve seguiría también Luli, la hermana menor. A raíz de esta decisión, la rutina de la casa cambiará por completo, no vamos a contar demasiado, solo diremos que esas hermanas que eran tan unidas y compinches, pasarán a ser casi enemigas. Las risas son reemplazadas por gritos y enojos. La armonía y alegría que reinaba en la casa, deja lugar ahora para las discusiones y las peleas. Pero cumplimos con nuestra palabra y hasta allí contamos, el resto lo descubrirán cuando vean la obra.






Es momento de hablar de las actuaciones que presenta la obra, arrancando por Natalia Slovediansky, que es la autora del texto y una de las protagonistas, ya que representa a Nuni, la hermana mayor, que sufre la decisión de su hermana y a raíz de ello se enojará con la religión. Muy bueno el trabajo de Natalia, con una gran entrega y luciéndose en partes cantadas que tiene la trama y le toca llevar adelante.

Florencia Rodríguez Zorrilla, es Luli, la hermana menor. Nos gustó mucho su interpretación, destacándose su gestualidad y en su caso, en el cambio que experimenta su personaje en la segunda parte de la trama y como logra transmitirlo. Muy buena la química que muestra con Natalia y es muy interesante observar el contrapunto que muestran, en los diferentes estados de la relación.

Mariana Alvarez, compone a Susy, una empleada doméstica, muy tierna, que trata de que reine la armonía en el hogar y cuando ello no ocurre se encomienda a la Virgen de Cacupé. Lucas Spano es el tío, personaje clave de la historia, ya que su decisión cambiará el curso de la historia. También aquí impresiona su cambio, en el momento de quiebre de la historia. Completa el elenco, Alejandro Cohen, con una personificación perfecta de un rabino y siendo además el encargado de Ateos Anónimos, una satírica institución, que aparecerá en el relato y de la que no queremos dar más pistas.






Se hizo algo extensa la descripción, pero entendemos que era justo hacerlo, ya que estamos en presencia de un elenco joven, que se muestra muy comprometido con la historia y sabe como transitar los diferentes momentos de la trama, personificando salvo en el caso de Nuni, a más de un personaje.

La puesta de Nicolás Salischiker es realmente atractiva y consigue atrapar al espectador en todo momento, logrando que la trama recorra temas profundos y complejos, con una cubierta más bien divertida, con pasajes musicales y espacios didácticos donde el espectador aprende sobre la cultura judía. Además es una buena idea el uso de la satirización para descomprimir y pudiendo ser irreverentes con la religión, algo que pocos se atreven a hacer, dejando en claro que se trata de ficción.






Hay un muy buen uso de los recursos escénicos, ya los propios actores corriendo una mesa y unas sillas, crean los diferentes ambientes que presenta la historia. Para destacar además el vestuario que colabora con la caracterización de los personajes. Esta es una buena muestra, de optimizar recursos, ya que con simpleza y muy ingenio, se pueden lograr puestas atractivas.

En definitiva, nos llevamos una muy grata sorpresa con La Papa, una obra que divierte, enseña, emociona ( si, todo eso junto )  y además nos invita a reflexionar sobre lo negativo que resultan todos los tipos de comportamientos fanáticos, ya sean religiosos, políticos o deportivos. Y como muchas veces estos fanatismos, pueden quebrar una familia o amistades de años.






 Que diferente resultaría el mundo, si los que tienen un pensamiento no intentan convencer a los otros todo el tiempo, de que sigan su doctrina y al mismo tiempo el que no profesa las ideas del otro, debería ser tolerante con las mismas. La obra logra que el espectador se identifique con lo que ve el escenario, porque seguramente tiene algún caso cercano con la temática que se toca.

Y para el final comentar que la historia que cuenta La Papa, está basada en la historia de vida de Natalia Slovediansky, que se anima a contar la misma en primera persona, algo que emociona y realza mucho más el texto. Nos gustó mucho la obra y por eso la recomendamos, los invitamos a que se lleguen hasta el Patio de Actores, para conocer esta entrañable historia, que va directo al corazón del espectador y deja una linda enseñanza.


Pensador Teatral.


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